Montevideo

 

 

 

Lunes 14/08/2017 – 20.30 hs.
CONVERSACIÓN: HABITACIÓN O MORADA
Lugar: CCE

TWINS EXPERIMENT es un colectivo de danza contemporánea formado por las españolas Laura Ramírez y Ainhoa Hernández. 

¿Que pasaría si en vez de preguntarnos quien quiero ser, nos preguntásemos que clase de vida es la que quiero vivir con los otros?

Juego, conversación y encuentro son los principales conceptos de nuestra investigación.

APOYA:
AYUDAS A LA CREACIÓN COREOGRÁFICA DE LA COMUNIDAD DE MADRID 2016.
RESIDENCIAS DEL CENTRO DE DANZA CANAL (MADRID 2017)

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TALLER: SUDAR Y LEER
Del Martes 15 AL Viernes 18, DE 14 A 17 hs.
Lugar: Instituto Nacional de Artes Escénicas (INAE)
+info

 

 

NOTA DE ANA ROSA RODRÍGUEZ PUBLICADA EN VOCES SETIEMBRE 2014

Belle: prostitución o liberación

Deborah Colker en Montevideo

Si usted se estrena como espectador de alguna de las producciones de la Companhia de Dança Deborah Colker, permítame sugerirle abandonar toda ilusión de acercarse a una obra convencional de danza.

La premiada Deborah Colker, muy popular en su país y reconocida internacionalmente por su exigencia, rigor y disciplina, procura explicar la ingeniosa creación de sus coreografías.

“Mi trabajo es como Brasil, la mezcla de colores, dinámicas y ritmos, la alegría y la posibilidad de un amplio trecho por descubrir. Es un honor para mí que mi país sea tan hermoso, creativo y musical”.

Primera mujer en dirigir el Cirque du Soleil, presentando en Montreal, Canadá, el espectáculo Ovo; y primera bailarina brasilera en recibir el Laurence Olivier Award for Outstanding Acheivement in Dance edición 2001, prestigiosa distinción anual de The Society of London Theatre, por sus sobresalientes logros en danza.

Importan y mucho la obtención de los patrocinios de la Municipalidad de Río de Janeiro/Municipal de Cultura de la Ciudad y de la empresa Petrobras, para alcanzar repercusión en la escena mundial; y el apoyo de Joäo Elias Álvares da Silva, actual cónyuge de Colker y responsable de la dirección ejecutiva de la compañía.

Experta del eclecticismo presenta sobre el escenario indiscutibles retos a la estética habitual. La profesionalidad destila en la disciplina férrea y la gran responsabilidad con la cual asume la supervisión de la formación técnica y la asistencia a los ensayos. Una mezcla de color, ritmo y acrobacias es prueba fehaciente de una personalidad apasionada con su quehacer artístico sin límites, al punto de ser autora de algunas coreografías de las escolas de samba, Mangueira y Viradouro, presentadas en los carnavales brasileños.

“El baile tiene que generar placer”, argumenta.

No es aleatoria la dispersión de pluralidad de intereses en los espectáculos de la Companhia de Dança Deborah Colker.

Nieta de inmigrantes de origen judío ruso, Deborah Colker nace en Río de Janeiro. Bailarina, coreógrafa y directora de Centro de Movimento, “…para pensar, emocionar y construir un cuerpo que tenga placer en moverse”; y una compañía de danza con su nombre, con la cual debuta en el Teatro Municipal de Rio de Janeiro en 1994.

Educada en una familia musical, la otrora jugadora de voleibol, estudia piano, danza clásica y contemporánea, zapateo y psicología.

Graciela Figueroa es una de las figuras determinantes en la carrera de la talentosa carioca al participar de Coringa, desde 1979 hasta 1989, el grupo consagrador de artistas con dirección de la bailarina uruguaya.

Aclamada por la crítica internacional y nacional, la Companhia obtiene premios y distinciones, realizando presentaciones en prestigiosos escenarios mundiales.

No hay dos sin tres

Montevideo conoce bien a Colker y su Companhia gracias a dos presentaciones anteriores en el Teatro Solís. La primera en 2007, Dínamo. La segunda en 2012, Tatyana.

Dínamo es la unión de las coreografías Fútbol y Velox. La danza y el deporte, ambos lenguajes universales, tienen muchos puntos en común. “La energía pulsante es, de hecho, lo que une los dos trabajos”. Fútbol, montada en Europa por invitación de la FIFA y exhibida en Alemania 2006, y la impactante coreografía de Velox con la pared vertical en medio de la escena y los bailarines en pleno desafío de las leyes de la física.

Eugenio Oneguin de Alexander Pushkin, texto paradigmático de la literatura rusa, es el punto de partida de Tatyana. Colker traduce la anécdota del siglo XIX ruso al Brasil contemporáneo. La coreografía multiplica los protagonistas en escena, incorpora al mismísimo Pushkin y a la propia Colker, sin renunciar a uno de sus rasgos más característicos, la explosión de su estilo, mezcla de danza, acrobacia y deporte. "… la libertad de estar aquí y ahora, que me conecta a la Tatyana que vive dentro de mí, una mujer que construye su futuro y toma sus propias decisiones".

Belle: deseada y deseable

Reciente estreno en el Teatro Municipal de Río de Janeiro, Belle tiene una libre inspiración en la novela del escritor franco-argentino Joseph Kessel, Belle de Jour, y en la película homónima de Luis Buñuel. Resultado de dos años y medio de trabajo, el guión de autoría de Colker y Elias divide la obra en dos actos a desarrollarse en dos espacios escénicos bien diferenciados. La banda sonora integra composiciones de Berna Cepas, música electrónica, Miles Davis y Velvet Underground.

En el primer acto, en casa de Séverine reina la elegancia francesa discordante con la ensoñación excesiva * de la protagonista. A plena luz, abundan las fantasías sexuales, en principio como representaciones mentales determinadas a la no realización. Como un juego de espejos, las tribulaciones eróticas del ama de casa comienzan a concretarse en la coreografía grupal de seis bailarinas, lucha entre instinto y razón, que insinúa la transformación en prostituta.

El segundo acto ocurre en el burdel. A luz difusa, se presenta un submundo oscuro, delirante y visceral con un vestuario acorde: ligas, tacones altos y corsés.

La escenografía de Gringo Cardia tiene una inteligente resolución con cambios mínimos para cada acto.

Colker hace gala de su madurez artística. Resuelve la dicotomía de la protagonista, interpretando a Séverine por dos bailarinas diferentes, una en cada acto, para recalcar la división interna de esa mujer que teniendo todo, en apariencia, tiene una carencia. Esta disociación es notoria también en las coreografías, en los movimientos controlados, en el uso de zapatillas de puntas y envolventes telas del primer acto, y en las botas con altos tacones, corsés y movimientos más intensos, del segundo acto.

No importa si Séverine resulta o no prostituta, Belle encarna la prostituta como ícono y permite la lectura de que la transición ama de casa – prostituta es un hecho irreal y la utilización de tela y máscaras colabora en esa interpretación. Una representación imaginaria del deseo inconsciente. “La prostituta es la mujer que tiene permitido el libre uso de su sexualidad, la legalización del poder femenino en el territorio de lo sexual”, explica la sexóloga Adriana Arias. “La prostitución ocupa un lugar de marginalidad social que no es exclusivo de su rol sino que incluye la marginalidad histórica de la sexualidad femenina”.

La obra exhala un refinado erotismo in crescendo con intérpretes de excelente técnica clásica y contemporánea, incluso capaces de innumerables destrezas acrobáticas. Asombra la perfección de la concentración y sincronía grupal. El primer acto representa el mundo de Sevérine, el de las mujeres burguesas, sus normas sociales y sus prejuicios. El segundo acto es el mundo de Belle, visceral sin llegar a ser pornografía, es un compendio de sexo, pasión y lujuria sin un mínimo sesgo de vulgaridad.

Gracias a la exigente formación técnica de la Companhia, Colker trabaja giros, pasos cortos y portés, en un registro coreográfico inusual. Con gran destreza física y apela a una incómoda delicadeza en los roces en las zonas erógenas. Los precisos movimientos son un despliegue de hondo erotismo y hasta las miradas de los intérpretes están libres de censura.

Si usted se atreve a explorar en su mundo interior, esta noche a las 20:30 horas en el Auditorio Nacional del Sodre cierra su temporada la Companhia de Dança Deborah Colker con Belle.

* Ensoñación excesiva, ensoñación inadaptada o fantasía compulsiva, término acuñado por Eli Sómer, Ph.D., se refiere a la condición en la que un individuo sueña despierto o fantasea excesivamente, a veces como respuesta psicológica a un trauma o abuso; la descripción del síndrome fue introducida en 2009 por Cynthia Schupak, Ph.D. y el Dr. Jesse Rosenthal

 

 

 

NOTA DE ANA ROSA RODRÍGUEZ PUBLICADA EN SEMANARIO VOCES 5 JUNIO 2014

Ballet Nacional Sodre con vocabulario contemporáneo

A una semana del estreno de la segunda producción 2014 del Ballet Nacional Sodre/BNS, el maestro argentino Miguel Elías se encuentra montando la coreografía “El Mesías” de Mauricio Wainrot, a presentarse entre el 13 y 26 de junio en el Auditorio Nacional Adela Reta.

Elías explica que “Julio (Bocca) invitó a Mauricio (Wainrot) para realizar este montaje con el BNS y estamos en la última etapa de preparación para estrenar el 13 de junio, con mucho entusiasmo y muy contentos. Empezó la puesta Andrea Chinetti, directora asociada del Ballet Contemporáneo del Teatro San Martín, BCTSM; yo soy responsable de la segunda etapa, lo que llamamos la 'limpieza’, el estilo y las calidades, Mauricio llega en unos días para los últimos retoques y ajustes”.

Asistente coreográfico del Ballet Contemporáneo y docente del taller en la escuela de danza contemporánea del Teatro San Martín y, Elías acota “por otro lado, estoy en el Instituto del Teatro Colón”.

¿Y fuera de lo institucional?

Fuera de lo institucional, poco… por ahí algún proyecto independiente, las actividades en el BCTSM llevan mucho tiempo y estoy principalmente abocado a ellas.

La obra estuvo en cartel en Buenos Aires, ¿Montevideo verá la misma puesta?

Es la misma versión, hay veces que en algunas compañías varía el número de bailarines, en este caso es exactamente la misma. Originalmente Mauricio la montó con el Ballet Real de Bélgica en 1996, después se hizo la versión definitiva con el Ballet Nacional Chileno y ésta es la que luego se fue montando en varias compañías del mundo, en Winnipeg; Bordeaux; Estocolmo, entre otras ciudades. Es una obra que viajó mucho, nosotros en el BCTSM la estrenamos en 1999 y a partir de entonces se repone cada tanto.

El nombre de la obra alude a un carácter religioso, ¿puede tener una lectura no religiosa?

Es una obra basada en la partitura de “El Mesías” de Georg Friedrich Häendel. Mauricio tomó algunas partes de ese oratorio que es muy extenso y conformó una suite de danzas de una hora diez minutos. Si bien está basada en esa música con una impronta religiosa no hay una literalidad sobre la religión, tiene que ver con el espíritu que esa música infunde, hay una espiritualidad, obviamente, sin seguir literalmente la temática.

¿Cómo encuentra al BNS?

Para mí fue una sorpresa, es la primera vez que trabajo en este nuevo teatro del Sodre, es un teatro impresionante. Había trabajado con el Cuerpo de Baile del Sodre hace varios años en el montaje de “La Consagración de la Primavera” cuando estaban en la Sala Brunet. Hoy es una historia diferente y parece muy auspiciosa. Los bailarines están comprometidos con el trabajo, son entusiastas y colaboradores y cuentan con una estructura que apoya su trabajo. La compañía puede abordar diferentes estilos, diferentes propuestas atractivas para los bailarines y para el público.

Estoy predispuesto a que esta obra tenga un buen término.

¿Cuántos bailarines participan en la puesta en escena?

Son dos repartos, la obra en esta versión tiene catorce parejas y la dirección artística irá viendo como se van colocando esos roles; son cincuenta y seis bailarines entre los dos repartos, es una obra grande con partes divididas en dúos, tríos, solistas, en donde lo grupal tiene una fuerza y una presencia muy importante. El grupo sostiene la obra y eso es lo que se busca en este trabajo. La obra termina con el Aleluya que es una explosión de alegría, de espiritualidad, de goce del movimiento.

Es una coreografía con un corte netamente contemporáneo en su vocabulario y usa la técnica clásica como soporte, eso es lo que desarrolla en movimientos que devienen en ese estilo contemporáneo. La obra tiene un vestuario absolutamente blanco, como único soporte escenográfico son bancos blancos y todo el marco escénico es blanco, es estar transportados a otra dimensión. La escenografía y el vestuario son de Carlos Gallardo, y la iluminación es de Eli Sirlin, que está haciendo la puesta en el Auditorio.

¿Cómo piensa recibirá la obra el público uruguayo, poco religioso y más entusiasta por la danza clásica?

Es una expectativa grande el saber como será la recepción de la obra, esta invita al espectador a observar y disfrutar sin pensar en el carácter religioso; tiene el carácter puesto en el movimiento y en todo lo que conlleve la composición coreográfica.

Hay una uruguaya trabajando en el BCTSM, Elizabeth Rodríguez.

Elizabeth está en el ballet desde 1987, fuimos compañeros en la época en que éramos bailarines y ahora estamos los dos cumpliendo roles de asistentes.

¿Cuál es la actual programación del BCTSM?

Estuvimos haciendo esta versión de “El Mesías” y el próximo estreno es un programa mixto donde hay tres coreógrafos invitados, una obra de Roxana Grinstein, una reposición para nosotros; Yoshua Cienfuegos, un coreógrafo español y Ana María Stekelman con “Bolero” de Ravel.

¿Hay posibilidades de realizar intercambios artísticos entre el BCTSM y el BNS?

Es un placer venir a bailar a Montevideo, los intercambios no dependen solamente de nosotros, es de esperar puedan darse las condiciones para que ocurran.

Hubo una pareja del BNS bailando con el BCTSM, “Un tranvía llamado Deseo”.

Una experiencia enriquecedora para nosotros. Ismael Arias y Rosina Gil interpretaron los roles protagónicos, era una obra que estábamos haciendo y la situación que lleguen dos bailarines invitados a una obra no tradicional del repertorio, fue llamativa; se integraron a la compañía y funcionaron como un todo muy bien. Se nota la ductilidad y excelencia de los bailarines del BNS y la posibilidad de poder unirse en una obra que estaba muy hecha por nosotros, no es fácil ese traspaso.

Wainrot estuvo nominado al Premio Benois de la Danza considerado una distinción relevante.

Regresó en estos días de Moscú, fue una nominación por su obra “Canción del Caminante” con música de Gustav Mahler y es todo un orgullo para nosotros

¿Cómo encuentra la experiencia de Bocca como director artístico del BNS?

Por lo que he podido ver, funciona todo aceitadamente, hay un nivel muy bueno en los bailarines y están las condiciones dadas para que esta situación siga creciendo y haya un proceso de encumbrar al ballet, y en este caso a la compañía del Sodre que tiene un potencial inmenso.

Tuve la suerte de ver al BNS en la presentación realizada en el teatro Colón con un programa muy exigido, con obras hermosas y fue un placer. Es una compañía que trabajando con ellos se nota la entrega, eso es un 90 % para el que está al frente del ensayo.

La danza recibió una premiación por parte del presidente José Mujica al invitar a Bocca y a la primera bailarina María Noel Riccetto a integrar la gira presidencial a Estados Unidos…

Es empezar a valorar a la danza desde otro lugar y darle un lugar que estuvo postergado, la danza siempre quedó atrás de la música, el teatro, es un gesto de revalorización y es alentador que suceda. Lo importante es crear contactos y que empiecen a trabarse lazos que produzcan intercambios

Los bailarines tienen que tener cada vez más desarrolladas las capacidades para asumir los estilos y roles que les sean presentados; la globalización en la danza propone esto. También es importante que haya una identidad y que las compañías sean identificadas por su estilo, ganar en excelencia con sello propio.

El ballet es un arte de trasmisión oral de generación en generación, y eso es importante que no se pierda, es un arte que se trasmite de unos a otros.

La Ley de Danza cuenta con participación del BCTSM.

La carrera del bailarín tiene una especificidad que hay que contemplarla. La Ley de Danza es un proyecto sobre el cual viene trabajando la gente de la danza; el 29 de abril se hizo un evento frente al Congreso donde bailaron compañías de la ciudad, compañías independientes y nosotros desde el San Martín y el Colón como instituciones oficiales. Tenemos la esperanza que se pueda tratar en el Congreso para gozar de los derechos de todo trabajador, que esté legislada la tarea del bailarín, de los coreógrafos, de los maestros, que haya un Instituto Nacional de la Danza, que haya un presupuesto adecuado para la danza y la gente que es mucha y muy talentosa.